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  DANTE H. GODOY CON EL ALMA EN UNA NUBE…   “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!” Así comienza el poema “Los Heraldos Negros” del poeta peruano César Vallejo. Algo de eso habrá sentido mucha gente cuando supo que Dante Hugo Godoy se fue de este mundo. Ese aciago día, un estremecimiento colectivo surcó los cuerpos y una angustia que ahogaba invadió las almas de quienes, en distintas circunstancias, en variados roles y en diferentes momentos, compartieron su paso por aquí. ¿Por dónde comenzar una semblanza de su estancia en Devoto, que lo pinte de cuerpo entero…? Tal vez haya que hacerlo por su obra más grandiosa y digna de aplauso: el Instituto Privado de Segunda Enseñanza “José M. Paz”. Porque, aunque no estuvo desde el comienzo, aunque se sumó después, hay que reconocer que fue el alma mater que le dio a la institución la impronta particular que la caracterizó durante un cuarto de siglo. Con un par de anécdotas alcanza, aunque abunden. Cuando en la Escuela Nacio